Dirección técnica de obra y coordinación de Seguridad y Salud en una obra de rehabilitación de fachadas para la comunidad de propietarios c/ Habana, 17-19 en Santander (Cantabria).
Ejecución del proyecto: 2024.
Planteamiento inicial
La obra consiste en una reforma integral de las fachadas de un edificio construido en 2006, ubicado en la calle La Habana 17-19, en las proximidades de la Plaza de Toros y la Plaza de México. El proyecto se centra en la mejora energética de toda la envolvente del edificio mediante la aplicación de un nuevo revestimiento en la fachada, utilizando un sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE).
El nuevo revestimiento se aplicará sobre los ocho planos de fachadas exteriores, abarcando desde la primera planta hasta la quinta, cubriendo de manera completa toda la envolvente del edificio. Durante la intervención, se aprovechará para redirigir y reorganizar todas las instalaciones, como las tuberías de gas que actualmente discurren por el exterior, integrándolas en el nuevo diseño de la fachada para una apariencia más limpia y funcional.





Solución técnica
La solución adoptada para el aislamiento térmico incluye la instalación de paneles de EPS (poliestireno expandido) de 8 cm de espesor, un material altamente eficiente que optimiza el rendimiento energético del edificio al reducir las pérdidas de calor y mejorar el confort térmico en su interior.
En las zonas bajas del edificio, aunque no se aplicará el mismo sistema con aislante, se utilizará un revestimiento adecuado para garantizar la continuidad estética de la intervención.
Eficiencia energética y estética
Este enfoque integral no solo mejora la eficiencia energética, sino que también contribuye a modernizar y proteger la fachada, prolongando la vida útil del edificio y mejorando su integración en el entorno urbano.
Los colores y el diseño fueron cuidadosamente seleccionados por la comunidad de propietarios, con el objetivo de preservar la esencia y el carácter original del edificio, respetando su identidad arquitectónica. La propuesta se centró en la utilización de una paleta de colores neutros, que no solo mantiene la armonía con el entorno urbano, sino que también contribuye a un aspecto más limpio y duradero.
Esta elección fue clave para minimizar el impacto de las inclemencias meteorológicas, como la lluvia o el viento, que pueden generar acumulación de suciedad en las fachadas. Al optar por tonalidades claras y discretas, se buscó potenciar la luminosidad natural del edificio y, al mismo tiempo, mantener una estética equilibrada y elegante, que realzará su integración en el paisaje circundante. Este enfoque permite que el edificio conserve su autenticidad, a la vez que adopta un diseño práctico y sostenible, pensado para perdurar en el tiempo.





Acabado de fachadas
El acabado de las fachadas con el revestimiento basado en el sistema SATE no solo mejora la eficiencia energética del edificio, sino que también transforma su estética. Este sistema proporciona una apariencia moderna y sofisticada, caracterizada por líneas limpias y un acabado neutro que se integra armoniosamente con el entorno. Además, su textura uniforme y su alta calidad en los materiales garantizan una durabilidad excepcional y una resistencia óptima a las inclemencias del tiempo, reduciendo así el mantenimiento a largo plazo

